Ángela Méndez Rascón y Viviana Ledezma Rascón, de 20 y 30 años de edad, son las dos mujeres que aseguraron haber escuchado al humanoide chillar entre las mallas de la huerta manzanera que está pegada al panteón de esta comunidad de Miñaca.
La señora Atocha Rascón Durán, madre de ambas, fue quien relató ante este medio de comunicación cómo sus dos hijas llegaron corriendo, luego de que un amigo les dio un aventón y las dejó a un costado del panteón, donde observaron que un enorme bulto estaba atorado entre una de las mallas que cubre los manzanos y lanzaba un aturdidor chillido.
"Llegaron bien asustadas porque esa cosa como que se quería zafar de la malla y me dicen que se veía muy grande, pero que no le alcanzaron a hallar la forma porque estaba muy oscuro y se echaron a correr", indicó.
Las dos habían ido a Cuauhtémoc de compras y regresaron ya cuando había oscurecido, por lo que le aceptaron a su amigo que las llevara, pero éste también tenía prisa y las dejó en el lugar ya mencionado, pues tenía que regresar.
Doña Atocha explicó que Ángela y Viviana primero escucharon un fuerte ruido, como de un golpe que surgió de entre los manzanos que están muy cercanos al panteón y que posteriormente se escuchó el chillido del animal más cerca de la carretera, pero que sus hijas le explicaron que se atoró, ya que el sonido que recibían era como de aleteos.
"Como cuando tienes agarrada a una gallina, me dicen que voltearon a ver y que se veía un bulto muy grande, por lo que salieron corriendo y cuando llegaron aquí fue cuando me comenzaron a contar",
La señora Atocha Rascón Durán, madre de ambas, fue quien relató ante este medio de comunicación cómo sus dos hijas llegaron corriendo, luego de que un amigo les dio un aventón y las dejó a un costado del panteón, donde observaron que un enorme bulto estaba atorado entre una de las mallas que cubre los manzanos y lanzaba un aturdidor chillido.
"Llegaron bien asustadas porque esa cosa como que se quería zafar de la malla y me dicen que se veía muy grande, pero que no le alcanzaron a hallar la forma porque estaba muy oscuro y se echaron a correr", indicó.
Las dos habían ido a Cuauhtémoc de compras y regresaron ya cuando había oscurecido, por lo que le aceptaron a su amigo que las llevara, pero éste también tenía prisa y las dejó en el lugar ya mencionado, pues tenía que regresar.
Doña Atocha explicó que Ángela y Viviana primero escucharon un fuerte ruido, como de un golpe que surgió de entre los manzanos que están muy cercanos al panteón y que posteriormente se escuchó el chillido del animal más cerca de la carretera, pero que sus hijas le explicaron que se atoró, ya que el sonido que recibían era como de aleteos.
"Como cuando tienes agarrada a una gallina, me dicen que voltearon a ver y que se veía un bulto muy grande, por lo que salieron corriendo y cuando llegaron aquí fue cuando me comenzaron a contar",